Doktor Pseudonimus
Toute cité est un état d’âme. Toda ciudad es un estado de ánimo, Lo dice Georges Rodenbach y lleva razón. Pero hay estados de ánimo alegres y los hay deprimentes. Aún no hace mucho tiempo se decía: Santiago reza, Vigo trabaja y La Coruña se divierte. Hoy eso ya no es cierto. Pero a pesar de la crisis y de la pandemia en las gradas de Riazor los jóvenes siguen cantando: “vivir na Coruña que bonito é. Andar de parranda e dormir de pé”. Y a pesar de que, desde el cuatro a cero al Milán, el Deportivo no da más que disgustos. Y sigue siendo cierto que en la ciudad nadie se siente forastero. Los funcionarios que llegan destinados desde cualquier lado al jubilarse se quedan a vivir en La Coruña. Y ahora llega la pregunta: ¿ Por qué sucede todo esto? La respuesta no resulta fácil. Pero alguna pista puede encontrarse en un libro clave: Historia de la ciudad de La Coruña de José Ramón Barreiro. Porque la ciudad no nace alrededor de un sepulcro ni a la sombra de un castillo. Lo hará como resultado de un pacto entre un monarca y unos ciudadanos libres. El monarca es Alfonso IX. Quien el 19 de julio de 1208 decreta: “pro utilitate regni mei novam construo populatione juxta Turrim de Faro in loco dicitur Crunja”. Y el decreto incluye la prohibición de que entre sus vecinos figuren monjes y militares con la excepción de los monjes de Sobrado. Junto a un Faro y cara al mar. Dos hechos, que imprimen carácter. Desde ese decreto hasta hoy ocurrieron muchas cosas. Y algunas bien tristes. Pero la ciudad supo vivirlas sin encerrarse en sí misma. Siempre abierta, liberal y republicana. Y siempre femenina. No hay ni un solo nacido en La Coruña que suprima el artículo y llame Coruña a su ciudad. Un fenómeno curioso. Porque solemos anteponer el artículo al topónimo cuando este tiene algún significado en el lenguaje habitual. Así decimos La Granja, La Mancha, La Almunia. Pero desconozco cuándo y por qué se antepone el artículo la a esa Crunia que nos llega desde tan lejos.
Femenina como mujer pero también como una joya. Una joya que al atardecer en las galerías del Parrote y la Marina es capaz de arrancarle al último rayo del sol colores y fulgores difíciles de olvidar.
www.sansalorio.com
Descargar pdf, La Voz de Galicia «Cristal y sonrisa»