Doktor Pseudonimus
Es algo así como el certificado de haber alcanzado una madurez inteligente. El resultado de haberse familiarizado sabiamente con la vida. Como una vela se adapta a un mal viento. Nos lo dice Curd Jürgens quien además supo enseñarlo con su propia vida. El privilegio duramente adquirido por un hombre o una mujer de vuelta de muchas impaciencias. Recuérdenlo. Intentar siempre vivir como todo el mundo pero seguir siendo como nadie. No resulta fácil pero vale la pena.
Erotismo y burocracia
Giulia di Muro fue una terciaria franciscana que vivió en Nápoles los primeros años del siglo XVII. Defendió que los actos sexuales dejaban de ser pecaminosos cuando al cumplirlos el alma se elevaba a Dios. Durante seis años fue considerada como una santa. Pero, al final, el Santo Oficio se ocupó del asunto y la condenó a prisión perpetua.
Habanera
Aún no hace mucho tiempo en la zona antigua de la Habana podía oírse una copla. “Desde el fondo de un barranco / grita un negro con afán: / Dios mío quién fuera blanco / aunque fuera catalán”. Un texto medio enigmático cuyo significado Alejo Carpentier explicó a Ramón Chao quien ahora nos los cuenta. En plena canícula y a pesar del calor agobiante los representantes de los paños de Tarrasa visitaban puntualmente a sus clientes cubanos., cargando con el muestrario y sin permitirse la licencia de liberarse de la corbata ni de la chaqueta. Demasiado para un negro aunque tuviese el alma blanca.
Una definición de la bondad
Se debe a Sancho, está en la segunda parte de El Quijote y no puede leerse sin dejar de emocionarse. Ahí les va: “no sabe hacer mal a nadie y le quiero como a las telas de mi corazón, y no me amaño a dejarle por mas disparates que haga”.
Aviso para tertulianos
Llega un momento en el que conversar con los demás no solo es un placer sino también una necesidad: una terapia. Eso es lo que explica la supervivencia de ese ejercicio de la ociosidad como son las tertulias. Otium contra nec-otium. Y para el buen funcionamiento de una tertulia ahí les van unas palabras escritas hace más de veinte siglos “quien entabla una conversación no debe entrar en ella como si fuese una propiedad particular, sino que debe pensar que como en todas las demás cosas también en la conversación general debe haber turnos”. Está en De Officiis. Sobre los deberes de Marco Tulio Cicerón. Pero Cicerón se olvidó de advertir que en esos turnos deberían evitarse dos clases de personajes: los pelmas y los egoístas. Porque pelma es aquel que con solo su presencia te quita la soledad y no te da la compañía. Y el que solo piensa y se preocupa de sí mismo es siempre causa y motivo de aburrimiento.
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Descargar pdf, La Voz de Galicia «Breverías. Ser como nadie y vivir como todo el mundo»