Los libros, el rabo, una carta
La carne está triste ¡ay! y ya he leído todos los libros. En el último Zaguán leíamos ese verso de Mallarmé como una metáfora de la vejez. Y quizás también como una rendición. Hoy quisiera advertirles que las metáforas se inventan para sorprender –o para deslumbrar– pero no para ser creídas. Y por si algún […]